
Se trata de Marcela Romeri y Darío Viñas - autores del himno a San José de Metán -, quienes llegaron hasta la cima del cerro, a 3.370 metros de altura, para renovar una promesa que sellaron en Semana Santa del año 2000 cuando Darío puso la cruz en la cima del cerro por la salud de su pequeña hija, Marietta.
Los problemas de salud de la nena, llevaron al padre a prometer la instalación de esta cruz hace siete años atrás. Superada esta instancia, el año pasado Marietta tuvo una intervención quirúrgica muy importante. "Prometí que esta vez iba a subir con Marcela a la cima a pintar la cruz y renovar nuestra promesa de amor hacia Jesús", dijo Viñas.
La excursión para ascender a la cima, les llevó 5 días. En la primera jornada, avanzaron siete horas a caballo hasta la casa de Don José Sarapura - conocido como el centinela del cerro El Crestón - donde pasaron la noche. "Nos sentimos profundamente agradecidos por su hospedaje y amistad", dijo Darío al reconocer las atenciones de Sarapura en su puesto que se encuentra en la base del cerro Nogal.
La travesía continúo a primera hora del día siguiente. "Subiendo al cerro y luego de un ascenso de 5 horas a caballo arribamos al Hueco de los Toros, lugar donde armamos el campamento y comenzamos los preparativos para encarar el último tramo", relató. El tercer día del trayecto hacia la cima, se lo hace a pie ya que el terreno se torna dificultoso para poder pasar con los caballos por la cantidad de rocas y precipicios que hay en el lugar. Después de 5 horas caminando cuesta arriba, los padres de Marietta, habían llegado a la cima.
Al momento de ubicar la cruz, en la base de ésta, se construyó una pequeña gruta donde se ubicó un cuaderno para que los
aventureros montañistas pudieran dejar su testimonio. Mientras Darío pintaba la cruz, Marcela leía los escritos de los que les llamó la atención uno en particular y donde se vio un fruto de la decisión de ubicar esta cruz. Para Semana Santa de este año, se realizó una excursión desde Coronel Moldes hacia la cima del cerro. De ese contingente, habían participado el intendente y el cura del pueblo y por primera vez, se celebró una misa en la cima del cerro y ante los pies de la cruz ahí ubicada. Tamaña sorpresa fue reconocida por los padres de Marietta. Después de cumplir con la promesa de pintar el madero, comenzó el descenso que les llevó dos días. "Gracias a Dios pudimos renovar nuestra fé en el cerro", enfatizó emocionado Viñas.
aventureros montañistas pudieran dejar su testimonio. Mientras Darío pintaba la cruz, Marcela leía los escritos de los que les llamó la atención uno en particular y donde se vio un fruto de la decisión de ubicar esta cruz. Para Semana Santa de este año, se realizó una excursión desde Coronel Moldes hacia la cima del cerro. De ese contingente, habían participado el intendente y el cura del pueblo y por primera vez, se celebró una misa en la cima del cerro y ante los pies de la cruz ahí ubicada. Tamaña sorpresa fue reconocida por los padres de Marietta. Después de cumplir con la promesa de pintar el madero, comenzó el descenso que les llevó dos días. "Gracias a Dios pudimos renovar nuestra fé en el cerro", enfatizó emocionado Viñas.