lunes, 25 de agosto de 2008

El Señor y la Virgen del Milagro; los protectores del sur de Salta


Hoy Metán honra a sus patronos con una procesión que iniciará a las 17 horas cuando las imágenes abandonen el Templo para recorrer las calles céntricas de la ciudad.
El sacerdote Carlos Castillo está al frente de la parroquia y llegó a Metán en medio de un escándalo que obligó a que el entonces sacerdote Horacio Rivadeneira fuera trasladado desde la parroquia. Desde el primer momento, el nuevo párroco de una de las parroquias más importantes de la provincia buscó la forma de generar un nuevo escenario para desenvolverse en su tarea pastoral. Hoy, cinco años después, en un marco al que considera como "un año difícil" por los conflictos del campo que afectan a la ciudad, Castillo asegura que "hay otros factores que hacen que este milagro sea muy especial".

"Hace 60 años que los terremotos dieron origen al milagro; 60 años, no solo por ser un número redondo sino por lo que significa generacionalmente, estamos honrando las palabras de nuestros mayores en esto que ya es tradición y es historia", dijo.

En diálogo con El Vocero, el sacerdote sos-tuvo que "además este año se cumplen los 2 mil años del nacimiento de San Pablo, por eso el Papa ha decretado el jubileo paulino que tiene como característica especial que en las fiestas patronales, el Arzobispo dispense la indulgencia plenaria por lo que es un motivo para que cada uno renueve su fe y pureza que le da la gracia". Así consideró que "tenemos estos tres caminos con los cuales llegamos al Milagro: un año difícil, pedir una resolución que no es tal con las cosas como están; plantear el diálogo fraterno, no puedo tener una relación del Gobierno si soy tirante, porque en el país tenemos que ir todos hacia adelante. Tenemos que descubrirnos como hermanos, por eso en el mensaje del programa digo que esto tiene que llevar a que haya una comunidad reconciliada y sobre todo fraterna donde no pensemos que hay sectores que se están privilegiando sino que todos estamos tirando para el mismo lado".

El párroco del templo local indicó que "cuando hay un terremoto hay inseguridad, porque se mueve el piso, el lugar donde uno se siente seguro, de repente tiembla. Bueno, hoy están temblando los cimientos donde nos estamos apoyando como sociedad. Nuestra cultura posmoderna, como se llama ahora, es una cultura que no tiene valores insatalados donde nuestros jóvenes puedan tener referencia. Estamos viviendo la cultura hedonista donde la televisión hace culto al cuerpo como objeto que nos da placer".
El quinto milagro Al ser consultado qué significa para Carlos Castillo vivir el quinto milagro, dijo: "para mí significa un momento donde uno no le tiene miedo a lo que viene porque conoce lo que el milagro es, lo que la gente espera, creo que este milagro tendrá frutos espirituales grandes, pero además toda la renovación edilicia que estamos haciendo, la nueva secretaría, la fachada de la iglesia, que nos haga ser sentir que la iglesia es el lugar de todo. No es el padre Carlos el que está realizando la obra, porque en serio lo digo, no lo estoy haciendo yo, no hay mejor obra que la que uno organiza pero no realiza, sino que ve realizar a los demás y esto hago yo. Yo no se de construcción, ni de números, sin embargo cada día estoy viendo que la obra está cada vez más linda y hay una aceptación general; por eso hay que dejar que los que saben hagan algo. Por eso este milagro va mostrando este pequeño cambio que va dejando huellas en la comunidad, yo poco a poco en mi corazón voy a haciendo de Metán mi lugar, éste es mi lugar, mi barrio, mis amigos".

Castillo manifestó que "mi estilo sacerdotal no es basado en cumpli-miento de normas, solo deseo ser amigos, que la gente me vea como buen tipo, saludarlo todos los días, sentir que si Dios nos ha puesto juntos es porque tengo algo para darles y seguro que merecen mucho más, obviamente el esfuerzo de ser justos, honrados, honestos, la gente que es sincera. Perdoné errores de amigos, familia, lo que siempre me costó perdonar porque cuesta más es el doble discurso, la mentira, la hipocresía, los que quieren figurar y no son capaces de ser sincero, es algo que duele y cuesta mucho", afirmó.