
Según establece el primer artículo del decreto 3.539 firmado por el entonces gobernador Juan Carlos Romero, prohibía a la entonces intendente Helna Hatti a transferir las instalaciones del Club El Chajá, haciendo la mandataria "oído sordo" a la norma legal establecida desde el Ejecutivo Provincial.
Por tal motivo, el concejal del P.R.S. José Coria manifestó la inquietud que está cau-sando en la comunidad de El Galpón la posible concesión, desde el gobierno provincial, por veinticinco años del predio emplazado en el dique El Tunal.
Lejos de ser una institución, una apertura social que brinde la contención que una comunidad requiere, El Chajá es frecuentado por "una suerte de elite o amigos del poder" expresa Coria disconforme con el manejo actual de la institución. Como muestra de esto, Coria relata que "se realizaban inversiones desde la Municipalidad en beneficio del club para esparcimiento de fin de semana de los amigos que habían instalado sus cabañas".
Con la llegada del intendente Romero al gobierno comunal, se detectó esta situación irregular que en lo reglamentario establecía que el tiempo de concesión era indeterminado. De esta manera, el mandatario procedió a librar otro instrumento legal que establecía la finalización del plazo indeterminado que se establecía desde el gobierno comunidad anterior.
Luego se intentó tomar contacto con los integrantes de la Comisión Directiva entre los que se cuenta al Sr. Raul Girona, Luis Chavarri, Silvia y Horacio Thomas, entre otros. Este último en su carácter de diputado provincial presentó un proyecto en la cámara baja provincial para el otorgamiento de una concesión por veinticinco años a favor de la institución que él integra. La presentación ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y fue girado a la Cámara de Senadores para su estudio.
Paradójicamente, continúa Coria, "es un club fantasma que al borde de la baja de su personería jurídica tuvo que realizar asambleas y acomodar los papeles para la presentación en la Cámara de Diputados". Así la comunidad se vería privada de "una institución que se privatizaría y dejaría de estar a disposición de El Galpón y su gente que requiere que sus insti-tuciones estén abiertas y cumpliendo la función social que el galponense necesita y se merece".