En los últimos días, se dio a conocer un informe elaborado por el bioquímico Gustavo Rodríguez denominado "Victoria". Se trata de un análisis de lo que considera puede ser la contaminación que se podría llegar a producir por los trabajos de la empresa Alexander Gold en Río Piedras.
El informe comienza indicando que "para extraer la roca de las montañas, es menester utilizar explosivos para remover enormes canti-dades de la misma. Según la propia empresa, en mas o menos el 50% de la explotación, se utilizarán explosivos para obtener trozos de material lo más pequeño posible, a fines de facilitar la posterior molienda del mismo, por una cuestión de practicidad y costo operativo".
En el escrito, se indica que "las rocas deben ser reducidas a polvo para permitir la separación del mineral de la roca estéril, el cual es rociado con una sopa química y que, según la empresa, es una solución amoniacal". El profesional sostiene que "el líquido producto de esta lixiviación que contiene el cobre disuelto, es sometido a un proceso de electrolisis en placa, que adhiere el metal al polo negativo o cátodo. En todo este proceso, nos dicen que el vertido será `cero` la evaporación será también `cero`. ¿Existe un procedimiento de tal perfección y rendimiento", se plantea, agregando: "me reservo el derecho de la duda basado en mis conocimientos".
Rodríguez indica que "durante el proceso de extracción, los explosivos usados y esto ocurre en zonas de alturas, producen el derrumbe de cientos de toneladas de roca, provocando nubes de polvo, que son arrastradas por los vientos y transformadas en lluvias ácidas por la presencia de óxidos de nitrógeno, del azufre u otros elementos allí existentes".
Sobre el exceso de nitrógeno que considera, proviene de distintas fuentes en especial del amoníaco y la UREA, un fertilizante derivado del amoníaco y el ácido carbónico, manifiesta que "produce la eutrofización que es el mecanismo por el cual, el exceso de nutrientes nitrogenados antes nombrados, perturba vegetales y se infiltra en las aguas dulces, con pérdida de la diversidad biológica".
"Este exceso se convierte en óxidos de nitrógeno y al evaporarse se eleva y al tomar contacto con las nubes, se transforma en amoníaco, y al llover, se precipitan rompiendo el equilibrio de las especies vegetales, y en consecuencia de la vida animal, transfor-mando las tierras que fueron productivas en zonas completamente estériles".
El uso del agua
En relación a este tema, Rodríguez explica que "durante los procesos de trituración y separación de los metales de la roca estéril por el rociado de químicos y consiguiente lavado con agua, se generan montañas de rocas y desechos químicos. Durante este proceso, se consumen miles de litros de agua conteniendo los desechos del proceso que son volcados a la pileta".
También indica al referirse a este tema, que "los compuestos minerales existentes en las montañas que contienen yacimientos de cobre, oro u otros elementos, son sulfuros y arseniuros, que sumados a los nitratos ya sea de explosivos o solución lixiviante al estar en contacto con el oxígeno del aire y del agua, producen ácidos y sales que son arrastradas por el agua. Existen además una veintena de otros minerales llamados pesados que también son liberados por los procesos realizados y se mezclan con el agua de lavado o de lluvias".
Otros factores que intervienen
"A los ya mencionados, el viento, el agua de lavados, hay que agregar el agua pluvial y las altas temperaturas que son factores imposibles de manejar por el homrbe", dice Rodríguez. Para detallar esto, sostiene que "las zonas de serraías donde existen los yacimientos mineros, son áreas sísmicas donde hay frecuentes temblores y a veces terremotos que hacen que el terreno sea frágil y propenso a agrietarse fácilmente".
Agrega que "para llegar a los lugares de las minas, la mayoría en zonas de muy difícil acceso, se deben construir caminos y pasos, que en muchos casos ha significado la destrucción de cientos o miles de hectáreas de frondosa vegetación y migración de la fauna autóctona. La minería consume enormes cantidad de energía eléctrica y miles de litro de agua por día, en zonas donde tanto la electricidad como el agua son escasas y ello significa privar a las poblaciones cercanas de elementos tan vitales para su subsistencia".
Consideraciones sobre la cuestión social
Para el bioquímico, esta situación genera "tremendos impactos sociales". Destaca la "división de los actores sociales en bandos antagónicos, ya que la dicotomía entre los No a las minas y los Pro-minas, sufre un anta-gonismo que desgarra el tejido social y enfrenta a los protagonistas en posiciones irreductibles, y ya nos está pasando". No es para menos que esta situación se genere en Metán luego de los agravios que el grupo al que el profesional pertenece, desparrame insultos por todos lados.
"Se genera por otra parte un proceso de disgregación social por falta de expectativas futuras por la migración de los habitantes de su lugar de origen cambiando su medio de subsistencia y dedicarse a ocupaciones diferentes a las que heredaron de sus ancestros", agrega.
Consecuencias en la salud
"Como consecuencia de los contaminantes quí-micos, se presentan severas agresiones a la salud humana, como así también de animales y plantas, que no se perciben al principio, pero comienzan a ser evidentes al cabo de varios años de iniciada la explotación y cuando la solución del problema es irreversible", sostiene.
Entre las posibles enfermedades que se pueden generar, el bioquímico se animó a anticipar que se "detectan primero, aumento del índice de cáncer (especialmente en niños), afecciones bronquiales y enfermedades de piel". Agrega que "existe un factor determinante de afecciones muy graves, como es el aumento de metales pesados en sangre, a través de la ingesta de agua, vegetales y carne contaminada con dichos elementos (plomo, zin, cromo, azufre, arsénico, cobre y muchos más).
Esta circunstancia desgraciadamente no es notada hasta que el problema es grave, ya que no se detecta en exámenes de sangre comunes y por otro lado la acumulación es lenta y solo detectable por estudios específicos y después de varios años de ingestión de los mismos". Gustavo Rodríguez realiza una consideración especial que es una especie de consejo al grupo de vecinos que llevan adelante los reclamos: "por lo expuesto, no se debe limitar a la lucha poniendo a la vista un solo factor como es la lixiviación, se debe cubrir todo el espectro antes mencionado, en la seguridad que tendrá una mejor llegada a los medios y a la sociedad, sino que les será mucho más difícil a los detractores en todos estos frentes".
Causas de desastres ecológicos
Sobre el final del informe, se menciona una serie de ítems con los factores que pueden generar un desastre ecológico. Entre los mismos, se destaca que "la fatiga de los com puestos, controlables cuando se cumple estrictamente con las indicaciones de los fabricantes y con los términos de las garantías. Para ello, los controles de la empresa y de los organismos que tiene esa obligación deben ser severos, realizados en tiempo y forma por personal capacitado e incorruptible". Sostiene que también puede ser causa de desastres la "neutralización deficiente de los fluídos y/o materiales sometidos a procesos químicos".
Pide el "control riguroso de los botaderos y basurales producidos por los propios empleados o por los residuos como aceites quemados y/o combustibles de las maquinarias en uso. A lo que podemos agregar pilas, baterías, plásticos, entre otros". Con letra resaltada, sostiene: "comprobar la existencia de un plan de contingencias y de los medios con que cuenta la empresa para el supuesto de que se presentara alguna". Este informe fue presentado ante organismos provinciales y los Autoconvocados esperan novedades desde el Gobierno.